miércoles, 3 de enero de 2007

San Valentín, Fene




A la derecha tenéis el astillero; le seguiré llamando Astano, aunque en los papeles ponga que se llama Navantia. A la izquierda, San Valentín, la parroquia más pequeña del concello de Fene. El sitio al que vuelvo en vacaciones y al que llegué antes de cumplir los 7 años. Tenía que presentároslos juntos. El barrio nació a la sombra de Astano y está muriendo a medida que Astano boquea.

San Valentín fue un hermoso lugar donde crecer. De mi primera niñez en Ferrol apenas recuerdo la calle, salvo contadas incursiones a la plaza de Sevilla. Llegar a San Valentín fue liberador: calles peatonales en las que los niños podíamos saltar, correr, andar en bici y montar mil y una historias. Te convertías en alguien importante cuando conseguías un bicicleta. San Valentín era una especie de circuito perfecto para inventar trayectorias nuevas cada vez que te atrevías a bajar de la acera a la calzada, a la calle calle. Apenas había coches, claro está. Y, si conseguíamos escapar de la mirada atenta de nuestras madres, siempre estaba ahí la ribera de la ría y el camino del Regueiro para intentar una expedición en busca de nuevo territorio por conquistar. O, por lo menos, para ir hasta la fuente del final del camino.

La ribera ofrecía mil y una oportunidades. Estaban rellenando, robando espacio espacio a la ría; imaginad montones y más montones de enormes piedras y montones y más montones de tierra. Un asco, vamos. Pero el lugar perfecto para imaginar que eras Stanley en busca del Doctor Livingstone o Miguel Strogoff cumpliendo su sacrosanta misión para con el zar de todas las Rusias. Por no hablar de las cuevas, cabañas y escondrijos que llegamos a construir.



Con el tiempo ese terreno robado a la ría se convirtió en el soporte para el colegio, el pabellón de deportes y el paseo marítimo que medio podéis adivinar en la foto. Una gozada de paseo, una maravilla tener cole en el barrio.

Pero cada vez me reconozco menos en ese escenario; lo que era el paraíso de los niños, se ha convertido en un barrio para la tercera edad. Al final del camino del Regueiro, donde la fuente a la que acudíamos con las bicis en cuanto se despistaban nuestras madres, hay ahora un túnel por el que pasan demasiados coches... Donde antes reinábamos los niños, ahora reinan ellos, en las calles calle y en las calles peatonales. Como en todas partes, todo hay que decirlo.

Sigo volviendo allí, pero cada vez es más difícil reconocer mis coordenadas. Y este año el turrón no me ha sabido a almendra. Es posible que me esté haciendo vieja, y que añore mi propio pasado, además de a mi barrio.

9 comentarios:

PepeDante dijo...

Si me asomo a la ventana veo el punto exacto desde donde sacaste la primera foto. Astano me tapa tu barrio, y al parecer el que está floreciente ahora es el mío. Saludos desde Caranza City, antiguamente ciudad sin ley.

Anónimo dijo...

Si me asomo a la ventana...
Veo el mar, pero un mar que no es el mio.
Si me asomo a la ventana...
Veo luces, pero unas luces no de un astillero, sino de una refinería.
Si me asomo a la ventana...
Añoro lo que no veo, y veo lo que no añoro.
Cuando me asomo a la ventana... echo de menos ver la ría.
(A pesar de que vivía en la plaza de España...)
Cris

Aniwiki dijo...

no sé qué será pero a mi este año el turrón del turronero tp me ha sabido igual :O
y desde la habitación de mi casa de reus q compartiamos mi hermano y yo (q por la noche hacíamos puentes con cojines para pasar de una cama a la otra y tonterias varias de aquellas época) se veía otro edificio, y justo en nuestro planta vivian enfrente unos hermanos q tb eran de nuestra edad y nos tirábamos papelitos y jugabamos con ellos con mímica antes de bajar a la calle. uys, qué tiempos ...
feliç anywiki 2007 gloria y a todos los tuyos ;-)

servidora dijo...

Carlos, digan lo que digan las malas lenguas, tu barrio y el mío no son tan distintos. Y no lo digo tanto por la de veces que crucé por Caranza de noche a los dieciseis añitos (los ensayos de Armonía en los bajos de los bloques de las rampas :-)... sino porque la foto está quitada desde el Regueiro ;-). Pero me alegro de que haya quedado una silueta reconocible desde cualquiera de los dos barrios.

Cris y Ana, teniendo en cuenta de que statcounter se empeña en decirme que entráis desde Canary Islands (¡viva el SI caliente y tropical! ¡SaaaAAaborrrRRRr! :-D) no sé de que os quejáis. O sí que lo sé pero... ¿para qué? Y, oye Cris, no vemos la ría pero ¿te has fijado en lo azul que es el cielo por aquí? Un bico :-)

Anónimo dijo...

no tiene mala pinta el sitio, ami mientras se pueda andar en bici que parece que si me encanta, que es una manera de relajarse contemplando el paisaje

Anónimo dijo...

HOLA,hace muchos años curraba en ASTANO y al ver esa foto casi se me caen 2 lagrimones,(buenos recuerdos)fue por el año 1995 que tuve un accidente ahí cerca, donde quedé tetrapléjico,no obstante hecho mucho de menos a los conocidos, como el lugar, es por eso que me he animado a escribirte, estando navegando por la red gracias por colgar esas fotos. Perdona las molestias.

servidora dijo...

Vaya, gracias :-)
Mientras no se me caigan los lagrimones a mí... :-)

Un bico, meu :-D

Anónimo dijo...

Yo soy de San Valentin y para mi sigue siendo un sitio paradisiaco en el sentido de tranquilo,de que conoces a todo el mundo y puedes charlar con ellos con tranquilidad,de compartir muchas cosas con la gente con la que llevas compartiendo tu vida como en mi caso mas de 20 años.

Un saludo y no te olvides de volver por aqui que recordar siempre es bonito

servidora dijo...

Es el lugar al que suelo volver, amigo anónimo :-)
Quizá lo que critico, recordando la paz con la que me crié, es lo mismo que veo en todas partes: poco espacio para que los niños puedan jugar tranquilamente y a su aire, muchos coches y mucha prisa... poca vida vivible.

Pero soy de ahí, claro que sí :-) Y, sobre todo, ahí crecí muy feliz :-)